Jeffrey Burrill

En un nuevo escándalo que sacude a la Iglesia Católica de Estados Unidos, el secretario general de la Conferencia Episcopal de ese país (USSCB), Jeffrey Burrill, debió renunciar después de que un medio de comunicación católico lo acusó de usar regularmente una aplicación de citas gays y de frecuentar bares homosexuales, también mientras viajaba por motivos vinculados a su cargo.

Burrill, que sólo ocupa este cargo desde noviembre del año pasado, presentó inmediatamente la renuncia, tal y como anunció el presidente de la USSCB, el arzobispo José Gómez.

«La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos se ha enterado de la existencia de información de prensa pendiente de publicación, sospechando un posible comportamiento indecente de su secretario general, monseñor Jeffrey Burrill», escribió la organización en un comunicado.

«Para evitar que esto distraiga de las operaciones y el trabajo de la conferencia, el obispo Burrill renunció con efecto inmediato», agregó, y señaló que se tomaron «todas las acusaciones de conducta indebida en serio».

Como secretario general, Burrill coordinaba los asuntos administrativos de la conferencia, y era el más alto cargo en el organismo que no es un obispo.

«El lunes nos enteramos de inminentes informes de los medios de comunicación, que alegaban un posible comportamiento inadecuado por parte de Burrill”, explicó Gómez.

La Iglesia católica estadounidense, que estuvo en el centro de varios grandes escándalos de pedofilia en los últimos años, ha enfatizado que las acusaciones «no se relacionan con conductas indecentes hacia menores».

Revelaciones de un sitio católico

De todos modos, aclaró Gómez, «para evitar que se convierta en una distracción para el trabajo en curso de la Conferencia, el monseñor dimitió inmediatamente».

Las acusaciones vienen de una investigación del portal católico The Pillar, que se basa en información recabada de la localización su teléfono móvil que era «disponible comercialmente».

Después de que se hizo pública la dimisión, The Pillar aseguró que la información proviene de los datos que la aplicación Grindr almacena por parte de sus usuarios y que verificó a través de una empresa independiente.

El portal detalla que Burrill utilizaba la aplicación de citas «casi diariamente» en partes de los años 2018, 2019 y 2020, tanto en su oficina como en su residencia, y que también visitó bares gays, entre ellos un conocido sauna en Las Vegas.