Este lunes, el papa Francisco y el gran imán de Al Azhar condenaron toda discriminación contra las minorías religiosas y llamaron a la fraternidad.
El papa Francisco inició el 3 de febrero su viaje oficial a los Emiratos Árabes Unidos. Una instantánea inmortalizó el encuentro entre el pontífice y el gran imán de Al Azhar, Ahmed Tayeb: la de un beso entre ambos; un gesto histórico con el que el papa quiso dejar claro lo que dijo poco después de llegar a Abu Dabi: «Estoy aquí como un hermano».
El gran imán de Al Azhar es considerado por algunos musulmanes como la máxima autoridad islámica. Eso, unido a que el papa Francisco se convierte en el primer pontífice que visita la península arábiga —cuna del islam y de mayoría musulmana—, dota a la histórica fotografía de un potente simbolismo.
Francisco fue recibido también por el príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohamed bin Zayed Nahyan. Los líderes de Emiratos Árabes han expresado que la visita del argentino «reforzará los valores del diálogo y la fraternidad humana, la coexistencia, la cooperación y el respecto entre los pueblos».